La Procrastinación

¿Qué es la procrastinación?

Este término, relativamente nuevo pero muy extendido, se utiliza para referirse a aquellas situaciones en las que evitamos comenzar una actividad que tenemos intención de realizar (bien sea por obligación, por compromiso o por decisión personal), sin un motivo justificado.

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Básicamente, procrastinar implica esperar hasta el último momento para terminar alguna tarea que podríamos (o deberíamos) haber completado hace mucho antes.

Un buen ejemplo de ello sería el caso en el que tenemos que estudiar para un examen pero no somos capaces de ponernos a ello sin antes ordenar el escritorio, hacernos un café, ordenar los apuntes, contestar unos mensajes, comprobar el correo, ir al baño, y una serie de actividades que no eran indispensables y retrasan el momento de realmente sentarnos a estudiar.

La actividad que procrastinamos no tiene por qué ser necesariamente una obligación, también puede ser algo que nosotros mismos nos hemos propuesto hacer, como ir al gimnasio, leer un libro que nos recomendaron o limpiar la habitación.

Además, esta conducta puede estar limitada a ciertos ámbitos de nuestra vida (como el trabajo, el deporte, el ocio, o las tareas del hogar) y no aparecer en otros.

Es decir, tal vez una persona sea capaz de organizarse y cumplir con las obligaciones del trabajo a tiempo sin procrastinar, pero caer en esta conducta cuando se trata de limpiar la casa.

Asimismo, procrastinar también puede ser algo que hacemos de vez en cuando, en función de las circunstancias.

En cualquier caso, se trata de una conducta en la que cualquier persona puede caer ocasionalmente, pero que si se generaliza puede llegar a convertirse en un inconveniente.