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¿Podemos dejar de procrastinar?

Algunos de los comentarios que escucharemos habitualmente sobre dejar de procrastinar estarán relacionados con una mejor organización del tiempo, o con comenzar cuanto antes la tarea pendiente.

Aunque estas medidas pueden ser beneficiosas y estar bien encaminadas hacia dejar de evitar las tareas, en muchas ocasiones la procrastinación no se da por una mala gestión del tiempo, sino como forma de actua ante aquellas situaciones que nos generan malestar.

Por ello, puede resultarnos de utilidad preguntarnos: ¿ante qué actividades solemos procrastinar?, ¿qué emociones nos generan?, ¿tiene algún beneficio dejarlas para más tarde?.

Identificar aquello que nos lleva a procrastinar, así como sus consecuencias, puede encaminarnos hacia un mejor abordaje de esta situación.

Causas de la Procrastinacion

Lograr una mejor comprensión de este tipo de situaciones también puede ayudarnos a seleccionar estrategias encaminadas a ponernos en marcha y realizar las tareas que nos desagradan, en vez de posponerlas continuamente.

Un abordaje recomendable para este tipo de situaciones es plantearnos una meta que sea clara y factible. Por ejemplo, establecer como meta “hacer el TFG” hace que la tarea a realizar sea demasiado amplia y poco concisa, y es probable que aparezcan deseos de procrastinar ante una actividad que nos resulta muy pesada y estresante.

Objetivos para la Procrastinacion

Sin embargo, para que la meta parezca más alcanzable, podemos desgranar esa tarea en actividades más sencillas, como por ejemplo: leer un artículo, extraer la información relevante y plasmarla en la introducción.

Si bien las actividades a realizar siguen sin ser placenteras, y es probable que aparezca el aburrimiento o el estrés, ahora la meta no parece inabarcable y nos será más sencillo ponernos a ello.

El punto no es evitar sentir esas emociones “desagradables”, ya que tendremos que exponernos a ellas igualmente, sino que al no caer en la procrastinación evitaremos que esas emociones aumenten y sea más complicado realizar la tarea.

También puede resultar interesante pensar en los beneficios que puede traernos dejar de posponer esa tarea que tenemos pendiente. Al revés que cuando procrastinamos, el efecto a corto plazo implicaría exponernos a una situación o tarea desagradable, lo cual nos puede incitar a abandonarla y a evadirnos con alguna otra cosa.

Pero si somos capaces de vencer las ganas de procrastinar y persistimos en la actividad que nos hemos propuesto, estaremos más cerca de terminar la tarea, la ansiedad disminuirá y tendremos mayor sensación de control sobre la situación.

Control de la Procrastinacion

Además, nos dejaría cierto tiempo para realmente disfrutar del rato que disponemos de ocio sin sentir estrés o culpa de fondo.